SERVICIOS A COMUNIDADES
Dicha regulación, con el desarrollo de la sociedad, y de nuevos criterios en las normas urbanísticas y de desarrollo de las poblaciones, nuevos servicios técnicos y tecnológicos, se ha venido haciendo cada vez más compleja y especializada.
Así en un principio se había desarrollado principalmente pensando en “bloques”, esto es en un solo edificio de varias plantas, pero con el tiempo comenzaron a aparecer conjuntos de “bloques” con garajes, luego varias edificaciones no aisladas que tenían iguales fachadas, y menos alturas, o incluso casas unifamiliares en un mismo desarrollo. De ello derivaron formas que ya no solo consistían en “la comunidad”, sino que cada vez con más frecuencia aparece “la mancomunidad” que agrupa a varias “subcomunidades”, en las cuales existen diferentes competencias, diferentes cuotas de participación, y diferentes derechos de voto.
Además los ciudadanos cada vez tienen menos tiempo disponible, y en el que queda luego de las jornadas de trabajo, tienen la legítima aspiración de aplicarlo a su vida personal y a su ocio, además de evitar en lo posible el roce o confrontación con vecinos próximos.
Por eso, que “la comunidad” cuente con un persona técnica y experta que se ocupe de forma profesional de su funcionamiento diario, de la correcta toma de acuerdos, de los cobros y los pagos, que les asesore y arbitre en los conflictos, que se relaciones con los profesionales y con las administraciones, no es ya una cuestión superflua, sino todo lo contrario, una necesidad.
Nuestros conocimientos sobre la materia (somos una firma de abogados), nuestra experiencia (el titular del despacho desde el año 1983 -casi 30 años- ha venido realizando esas funciones), nuestra infraestructura técnica, nos permiten ofrecer un servicio que busca la excelencia y que supera la expectativa más exigente de los destinatarios del servicio, con unos honorarios ajustados.
Pocas firmas pueden ofrecer nuestro conocimiento y nuestra experiencia.